Estatus sentimental entre amigas

El titulo de esta entrada, hace referencia al tema obligado en una reunión de amigas... es

inevitable dedicar varias horas a hablar de...¨ellos¨.

En mi caso, generalmente sucede lo siguiente: tratamos de desahogarnos, nos dejamos aconsejar, comparamos relaciones, nos reímos o lloramos dependiendo del caso, contamos todas las intimidades con supuesta pena, nos molestamos cuando nos dicen justamente lo que no queremos escuchar y pensamos: “no vale yo voy caballo blanco”, “ lo mío no
es nada comparado con esto” o nos asustamos y pensamos (esta parte siempre en silencio)
“es verdad, qué hago yo con este tipo”, “tengo que tomar una decisión”, “que envidia ojala
a mi me pasara lo mismo”.

Y más frases y más reflexiones, eso sí, cuando la reunión viene acompañada del alcohol, suele escucharse:“será que lo llamo”, “no marica quítame el celular”, “ya sé llamas de tu celular”, “yo sólo quiero escucharle la voz”, etc.







Lo cierto es que ese momento de desahogo, une o separa amistades con el pasar del tiempo.
Hoy quiero contarles, con previo permiso concedido, la historia de mis dos mejores amigas, en
esta oportunidad excluyo mi "estatus" para darle protagonismo al de ellas.


El preámbulo siempre es el siguiente: que cola, casi no llego, te escribí por pin y no me
respondiste, es que mi celular es un pote, “verga mija bota esa vaina”. Bueno ya.. que vamos a
pedir: "uy algo que no engorde, porque estoy tratando de hacer dieta”, “si una ensaladita"; pero
finalmente terminamos pidiendo cervezas y tequeños







¿Y cómo vas con Ernesto?…..a partir de ese momento una especie de burbuja nos traslada a un mundo paralelo, donde sólo están: Ernesto, Juan y Ramón.


El dialogo es muy parecido a este:


-Bien….normal pues, con los mismos rollos de siempre.


-Yo de vaina vine marica, tu sabes que a Ernesto no le gusta que yo salga sin él a ninguna
parte.


-Bueno por lo menos no es como Ramón, que lo único que hace es estar pendiente de sus
amigos y le da igual lo que haga.


- Coño no se quejen, por lo menos tienen novio, yo lo que hago es pensar en el imbécil
de Juan.


Lo cierto, es que en el fondo ninguna está completamente satisfecha con su relación, pero por
mantener un estatus sentimental “estable” todo se soporta.


-No saben lo último, por más que hable y hable, las cosas siguen igual, sus celos
definitivamente están dañando la relación, se lo he dicho de todas las maneras posibles, pero
no lo entiende o no le importa, es algo que puede más que él.


-Pero es que yo te he dicho, ese pana no es para ti, te ha cambiado, no te deja ser como eres, y
tampoco se siente cómodo contigo, la verdad no se qué hacen juntos.


-Sí, yo a veces siento que la relación en cualquier momento se va a acabar, de verdad que es
insoportable tener una relación así, yo que tanto criticaba a Esther por estar con un tipo tan
celoso, que hasta se salió del Facebook para evitar problemas, ¿ y yo qué? estoy haciendo
exactamente lo mismo. Ya no le basta con preguntarme detalladamente cómo fueron mis
relaciones pasadas, cuántos hombres me besaron, cuántos me tocaron, de quién me enamoré
más, ahora es "cuidado con lo que te pones, no me gusta ese escote, estas enseñando el
hombro, porqué hablas y le sonríes a extraños, eso se acabó conmigo te jodiste”.


-No vale tu lo que estás es loca, estás perdiendo tus mejores años con un carajo que quiere
cambiarte y que definitivamente tiene un problema.


-Tal vez, pero tiene muchas cosas positivas, me cuida, es atento, me respeta...


- ¿Te respeta? por favor, un hombre que te respete, no se molesta por tu forma de ser, no te
impone nada, no te reclama cualquier paso que das, no seas ilusa.


-Bueno puede ser, pero lo cierto es que es muy especial conmigo.


-Definitivamente no se parece a ti, no tienen nada en común de verdad, piénsalo, dime qué
tienen en común.

Fotos tomadas de la web 03/2011

En este momento el ambiente se torna un poco incómodo, porque mi amiga no quiere
responder, ella en el fondo sabe que es cierto, pero el típico.. “bueno ya cambiemos el
tema”, cierra el ciclo y se abre otro.






-Pana ese tipo me marcó, no he dejado de pensarlo.


-Uy que cursi..


-Si bueno soy cursi, pero de verdad no tengo idea de qué me pasó, ya han pasado dos años y
cada vez que escucho una canción, o se de el por alguien quisiera verlo, ¿pero para qué?


-Exacto ¿para qué? para seguir en lo mismo, ese pana tiene su vida bien armadita y no estás
incluída.


-Si, pero no es feliz…


-Claro, el es feliz contigo no.. “Pendeja”, si fuese feliz contigo estarían juntos , ¿no te parece?.


-Bueno X ya, cambiemos el tema


Así pasamos parte de la noche, cambiando de tema.. justo cuando sabemos que no tenemos
respuesta y que debemos reaccionar y darnos cuenta que no estamos haciendo lo correcto, allí
entra el: “vieron que anularon la resolución de ambientes Libres de Humo” y bla bla bla.


Lo cierto es que mi amiga sigue con Ernesto, intentando ser feliz, aguantando, respirando
profundo, confiada en que algún día las cosas van a cambiar. Pero ya no tiene tanto aguante
como antes; aunque la admiro, porque yo no soportaría una relación así.


Lo peor es que mi amiga ha cambiado sin darse cuenta, se va adaptando poco a poco a la forma de ser que quiere Ernesto y eso me da tanta tristeza. La ha catalogada de mentirosa, de que posa para un tipo y hasta de otras cosas que no mencionaré por respeto a mi amiga.


La otra cree que algún día tendrá una vida feliz con Juan, mientras se lamenta y
no da paso a nuevas experiencias que le den un estatus sentimental "estable".


El final de las historias es incierto, lo que si es cierto es que se seguirán repitiendo los tequeños y las cervezas.