miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mi artículo para el concurso "Bloguero Aruba"

Foto tomada de la web 12/2010

Hablando de amigas, te presento a Aruba
Mi abuelita, es una mujer con unos cuántos años encima, pero bien moderna, de esas que provoca abrazar siempre, es cariñosa, se sacrifica por todos y está dispuesta a entregar amor incondicional a sus 4 millones de nietos, a los que espera tempranito con una arepa con queso y un café recién colado, mi abuelita es: Caracas
La Sra. Caracas, tiene historias infinitas que contar y muchos amigos. Ayer, nos sentamos juntas en lo más alto del cerro El Ávila y me dijo: “hoy quiero hablarte de una de las amigas más divertidas y felices que tengo, su nombre es Aruba”.
Ella es una mujer hermosa, radiante, muy atenta, siempre está de buen humor, le encanta recibir visitas, se esmera para que sus invitados se sientan felices y cómodos, además es muy inteligente, habla cuatro idiomas: papiamento, holandés, inglés y español. Le encanta vestirse de azul, como el cielo y el imponente mar que rodea sus bellas casas coloridas.
Su piel es tostada por el sol resplandeciente que ilumina las arenas blancas de sus playas, tiene varios años, pero el Aloe, uno de sus recursos más importantes, la mantiene intacta y bella. Le ha enseñado a toda su familia lo importante de ser amigable y de tener una cálida sonrisa en el rostro, es por eso que toda su gente es muy atenta y nunca deja de sonreír.
Luego de esa descripción hice un inciso y le dije a mi abuela que todo lo que me contaba de ese personaje se escuchaba increíble, ¿por qué no me has llevado a conocerla, queda muy lejos de aquí? Me dijo, “no para nada, Aruba vive a 30 kilómetros de nuestras costas, y si tomamos un avión sólo es media hora”.

Cuando supe que estábamos tan cerca, me interesé en saber más y le pedí a mi abuela que continuara contándome, me dijo que a Aruba, le encanta cantar, todas las noches se escucha música en sus calles y es adicta a las compras, es por eso que tiene muchos centros comerciales que atraen a todos sus visitantes, allí se puede encontrar de todo a precios muy accesibles. Una de las cosas que más me llamó la atención de la “Amiga Feliz” es que es sumamente ecológica y toda el agua de su casa es potable. ¿Qué les parece, increíble no?
Mi abuela no paraba de hablar; mientras tanto yo me imaginaba estrechándole la mano a esa amiga tan atenta, así que no esperé más y le dije a mi abuela que quería ir a conocer a Aruba, lo más pronto posible. Me dijo que juntas íbamos a emprender uno de los viajes más hermosos y divertidos.
En una próxima entrega les contaré detalle a detalle como me recibió la “Amiga Feliz” y todas las aventuras que viví.
¡Ayo!

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